Si necesitas firmas, cuenta con la mía.

¡Magnífico libro! El estilo literario, ágil y con tirón (el libro se lee enseguida), lo hace sencillo. (…)

No sé si te has planteado que los "amores blancos" pueden verse muy favorecidos en determinados ambientes. En el artístico, por ejemplo, donde se produce uno de los elementos que determinan, según creo que opinaba Ortega, el nacimiento del amor: la admiración. Creo haber leído que lo que no se admira, no se ama. Y, cuando uno va al camerino de un artista a pedir su firma, ¿no es la expresión de su admiración? Tus cuentos, además de entretener, hacen pensar.

Me ha cautivado Don Crispín. ¡Qué tío! (…) El personaje es impresionante. ¡Cuánto me gustaría, de vez en cuando, tener un Don Crispín que echarme a la cara! Creo que deberías iniciar ante la Curia, las gestiones necesarias para que tu obispo sea nombrado patrón de los amores blancos. Si necesitas firmas, cuenta con la mía.

(José Prieto Marugán. MADRID)

Libre te quiero

Un libro valiente donde los haya y tierno como he leído pocos. No me explico que nadie haya citado en este blog el precioso poema de Agustín García Calvo titulado Libre te quiero. Lo recuerdo yo para quien no lo conozca:

Libre te quiero, como arroyo que brinca de peña en peña. 
Pero no mía.

Grande te quiero, como monte preñado de primavera. 
Pero no mía.

Buena te quiero, como pan que no sabe su masa buena. 
Pero no mía.

Alta te quiero, como chopo que en el cielo se despereza. 
Pero no mía.

Blanca te quiero, como flor de azahares sobre la tierra. 
Pero no mía.

Pero no mía. Ni de Dios, ni de nadie. 
Ni tuya siquiera.

(Un lector)